viernes, 11 de octubre de 2013

ALGUNAS RAZAS


ESPECIE
RAZA
Codorniz para postura
Coreana, japónica, lassotto, blanca americana
Pavos
Doble pechuga, barnish
Patos
Pekín, común, Campbell
Pollitos
Ross y Cobb (línea comercial)
Pollito saraviado
piroco, harco (línea campesina)
Pollita Ponedora
hy line brown, lhoman Brown, lhoman leghorn (línea comercial)
Pollita Ponedora
harco y saraviada (línea campesina)



Gallinas Ligeras (producción de huevo)
Gallinas Pesadas (producción pollo de engorde)
Gallinas Semipesadas (doble propósito)
Babcock
Ross
Rhode Island Red
Hy-Line
Hybro
Plymouth Rock Barred
Hisex Brown
Cobb
Cruces de las dos anteriores.
Hisex White
Hubbard

Dekalb
Arbor Acres



NACIMIENTO Y SEXADO

La eclosión comienza, cuando el polluelo hace un agujero a través de las membranas y asoma su pico a la cámara de aire, en este momento se le puede oír piar y golpear la cara interna de la cáscara. En ningún caso debemos ayudarlo en este proceso. El pollito tiene una protuberancia en el extremo del pico, con la que rompe la cascara y la cual desaparece a los pocos días.


Sexado por las plumas:  El gen de emplumado rápido / lento es la característica más comúnmente en las incubadoras.  En este caso, el sexo del pollito es determinado cuando nace de acuerdo a lo largo de las plumas del ala (primarias o secundarias).  Un macho de plumas rápidas es cruzado con una hembra de plumas lentas y la descendencia resultante es que los machos son de plumas lentas y las hembras de plumas rápidas.  Por lo tanto los machos tienen relativamente las plumas de las alas más cortas que las hembras.


VACUNAS

La vacunación de los pollitos o pollitas BB en la Planta de Incubación (P.I.) es uno de los puntos más importantes y críticos para asegurar una buena calidad y protección del ave, disminuyendo de esta manera pérdidas considerables atribuibles a diferentes enfermedades.

Marek:  es un padecimiento de las aves que se caracteriza por tumores linfoides, parálisis de las patas o de las alas y por una difusión rápida en la parvada.  La enfermedad de Marek es característica de pollos jóvenes; sin embargo, se ve observa en pollos adultos. Tiene cinco presentaciones, dependiendo del tejido que afecte: nerviosa, visceral, ocular, cutánea y muscular. Su importancia económica radica en su capacidad inmunodepresora.  Otras pérdidas económicas se producen por decomisos en la planta de procesamiento y desechos por pollos retrasados.


Gumboro o enfermedad de bursitis infecciosa (IBD): es una enfermedad altamente contagiosa de pollos jóvenes causada por el virus de la enfermedad de bursitis infecciosa (IBDV),1 caracterizado por la inmunosupresión y la mortalidad generalmente a la edad de 3 a 6 semanas de vida.

En la forma aguda las aves están deprimidas, debilitadas y deshidratadas. Producen diarrea acuosa y tienen la cloaca hinchada, teñida en sangre. Las tasas de mortalidad varían con la virulencia de la cepa involucrada, la dosis desafiante, así como la capacidad de la aves de levantar una respuesta inmune eficiente. 

Gumboro  Infección aguda clínica:

Rápido desarrollo de la enfermedad
Las aves infectadas están deprimidas, presentan plumas erizadas y aparecen picoteadas
La mortalidad y la morbilidad se empiezan a manifestar a los 3 días post infección, alcanza su pico y baja luego de 5 - 7 días
La mortalidad puede ser baja o tan alta como 90% en casos de cepas muy virulentas. Lo más común es la mortalidad de 10-20%
A nivel de campo la mortalidad en aves de postura es mayor que en aves de engorde
Las aves que mueren están generalmente deshidratadas (lo que causa lesiones renales)
Se observan frecuentemente lesiones hemorrágicas en los músculos pectorales y en los muslos
Hemorragias y erosiones pueden aparecer en la unión del proventrículo y la molleja




Bronquitis:   Los más evidentes y reconocidos primariamente son los respiratorios, de ahí el nombre Bronquitis Infecciosa. No obstante, la patogenicidad del virus para el oviducto en aves muy jóvenes o en producción es a menudo más importante. Los riñones también pueden estar afectados.

Se puede observar lo siguiente:

Las aves jóvenes están deprimidas y se agrupan bajo la fuente de calor
Presencia de signos respiratorios - estornudos, ronroneos y descarga nasal
Gallinas en puesta tienen una marcada caída en la producción y aumento el número de huevos de mala calidad
La calidad interna y externa del los huevos puede verse afectada, resultando en huevos deformes o sin cáscaras con contenido acuoso
El porcentaje de incubabilidad puede estar afectado
Cuando se afectan los riñones puede aumentar significativamente el consumo de agua y observarse la presencia de heces acuosas
Depresión, malestar y camas mojadas



Newcastle:  es una enfermedad zoonótica de aves altamente contagiosa que afecta a muchas especies de aves domésticas y silvestres. Afecta más notoriamente a las aves de corral debido a su alta susceptibilidad y a las posibilidades de impacto severo que una epidemia causa en la industria avícola. 
  
Los signos pueden ser:
Respiratorios (jadeo, tos, estornudos y ruidos al respirar)
Nerviosos (depresión, tembladera, inapetencia, alicaimiento, parálisis de las alas y
las patas, desplazamiento en círculos y espasmos)
Hinchazón de los ojos y el cuello, diarrea, desfiguración, producción de huevos
reducida,  deforme y con cáscara áspera y fina.
La mortalidad es variable pero puede alcanzar el 100%



MANEJO EN LA INCUBADORA

Para obtener el mayor número posible de pollitos viables de 1 día, no basta con obtener el máximo número de huevos fértiles. Es preciso manejar éstos de forma adecuada para evitar contratiempos al embrión, que afectarían a su posterior viabilidad.

Tampoco puede olvidarse el manejo adecuado del huevo durante el período de incubación, ni las atenciones que requiere el pollito recién nacido.

La incubadora proporciona al huevo, la temperatura, humedad, ventilación y volteo que necesita para que se desarrolle el embrión.

Temperatura en la Incubadora

•  El calentamiento de los huevos durante la incubación artificial se produce mediante el intercambio de calor entre el aire y los huevos.

•  La temperatura de trabajo en las incubadoras se enmarca entre 37 y 38°C. Los embriones mueren a menos de 35 y a más de 40°C.

•  El nivel de temperatura óptimo a aplicar depende de:

1. El tipo de incubadora
2. La calidad y el tamaño de los huevos
3. La edad de los embriones,
4. Además de la especie de que se trate.

•  En todos los casos, es necesario disminuir el nivel de temperatura durante los últimos días (2 a 3) de incubación; es decir, la temperatura se diferencia de acuerdo a las etapas de incubación.

Antes de introducir los huevos en la incubadora, esta debe haberse conectado antes y haber estabilizado sus niveles de temperatura y humedad. Los huevos no deben estar fríos para evitar cambios bruscos de temperatura y que el vapor de agua se condense en la cáscara y tapone sus poros.

Al comienzo de la incubación, los embriones no están preparados funcionalmente (ni orgánicamente) para emitir calor. Por esto, reaccionan como los organismos de sangre fría; es decir, cuando la temperatura del aire se eleva, aumenta el metabolismo de los embriones. Si la temperatura disminuye, el metabolismo decrece igualmente. Por tanto, el aumento de la temperatura favorece la multiplicación celular, la formación de las capas y las membranas embrionarias (alantoides, corion, amnios y saco vitelino), así como la nutrición. En resumen, se incrementa el ritmo de crecimiento y desarrollo de los embriones.

Al final de la incubación, cuando ya la emisión de calor es alta, la disminución de la temperatura (dentro de los límites normales) actúa, por su parte, de forma completamente inversa; estimula el consumo de los nutrimentos o lo que es lo mismo, acelera el metabolismo y el desarrollo en los embriones.

Humedad

El huevo, pierde agua durante todo el período de incubación, es decir, sufre un proceso de desecamiento. Por este motivo, el embrión está expuesto a pegarse a las membranas internas de la cáscara, lo que puede provocar su muerte, en particular durante los primeros seis días de incubación. A esto contribuye el hecho de que el peso específico del embrión lo lleva a mantenerse en la parte superior de la yema, durante los primeros días, por debajo y muy cercano a la cáscara, en la zona de la cámara de aire. Por lo que es importante considerar los siguientes aspectos:

La humedad relativa ideal de incubación es de 50 a 55% para huevos blancos y de 55 a 60 para huevos color café, y variarán según el tamaño del huevo y el color del mismo. Así, en cuanto mayor sea el peso o el tamaño, menor será el requerimiento de humedad.

El humedecimiento del aire en las incubadoras y las nacedoras se produce con ayuda de la aspersión de agua y su consiguiente evaporación y diseminación por todas las zonas de la cámara de incubación.

Durante la incubación, el huevo pierde agua constantemente, lo que es imposible de evitar, no obstante, el régimen de humedad que se establezca ha de ir dirigido a disminuir la evaporación de agua de los huevos durante la primera semana de incubación y acelerarla a partir de la mitad de la incubación.

Al final del proceso de incubación, se hace necesario elevar la humedad del gabinete de nacimiento (nacedora) a 75 - 80% para huevos blancos y de 80 a 85 para huevos color café, a fin de facilitar el reblandecimiento de las membranas de la cáscara y, con ello, el picaje de la misma.

El exceso de humedad ocasiona anemia en el embrión de 6 a 11 días, observándose hipertrofia del corazón y color verdoso en el saco y membrana vitelinos; la cámara de aire se observa reducida y existe una reducción en el porcentaje de eclosión.

La falta de humedad ocasiona un mayor porcentaje de pollitos que pican el cascarón y no eclosionan, pues se secan dentro de él. Algunos nacen pequeños y duros (deshidratados), otros nacen con plumón corto. La cámara de aire aumenta y se presentan hemorragias del blastodermo; además, se presentan embriones hemorrágicos, hipertróficos y con degeneración de hígado y riñones y la presencia de ácido úrico en el líquido alantoideo.

Ventilación 

La ventilación es necesaria para la pérdida del exceso de calor, para asegurar la pureza del aire interior y para homogeneizar la temperatura .La correcta circulación del aire, se consigue mediante los ventiladores y los orificios de entrada y salida de aire.  La ventilación es importante para:

1. Permitir la respiración del embrión, al mantener un mínimo de 21 a 22% de oxígeno en incubadoras y nacedoras. Se recomienda añadir oxígeno extra hasta 22%, pues el embrión es incapaz de producir suficiente hemoglobina que compense la disminución de oxígeno en la incubadora.

2. Limitar el O2 de la atmósfera en un nivel inferior de 0.5% y nunca rebasar el 1%, pues provocaría lento desarrollo embrionario y, como consecuencia, retardo en el nacimiento, hemorragias en el blastodermo y amnios, malas posiciones del embrión y menor índice de nacimiento.

3. Repartir uniformemente la temperatura y humedad.  Si falla la ventilación cuando el pollito está naciendo, deberán sacarse las charolas y dejar abiertas las puertas o pasar el pollito a otra incubadora.

Volteo

El volteo es necesario para impedir que el embrión se adhiera a las membranas internas de la cáscara, lo que podría provocar su muerte. En la incubación natural, lo realiza la clueca. La frecuencia de volteo óptima es de una vez cada 1 o 2 horas. A partir del día 18 debemos cesar el volteo, los pollitos deben posicionarse para iniciar el picaje del cascarón, y lo hacen mejor, si el huevo está quieto.

Dentro de las incubadoras, los huevos se colocan con el polo obtuso ligeramente elevado y formando un ángulo de 45 a 55° sobre la vertical, ya que la cabeza del pollito normalmente sale por el polo obtuso del huevo.

Ahora bien, si se llegara a colocar los huevos a incubar con la punta aguda hacia arriba, se reduciría el índice de eclosión, debido a que la cabeza del embrión se dirige hacia dichas puntas, con lo cual se dificulta la respiración. En estas circunstancias, solo nacerá una tercera parte de los pollitos.

Por otra parte, la posición del huevo influye sobre la posición futura que adoptará el pollito en el momento de prepararse para la eclosión. Lo que es de vital importancia para obtener un alto porcentaje de nacimientos.

La posición del embrión se define ya desde las 36 a 48 horas de incubación. En este momento el embrión descansa en la yema, de manera transversal, a lo largo del eje menor.  Con posterioridad la cabeza del embrión comienza a separarse de la yema y girar hacia la izquierda. Hacia el 5to. día de incubación, el embrión se halla cerca de la cámara de aire.

A partir del día 18 se cesa el volteo. La temperatura, se reduce un grado, pues el huevo desprende más calor. Se puede disminuir algo la ventilación, para que aumente el CO2 y estimular la respiración aérea del pollito. Se eleva la humedad hasta el 70-85%, para facilitar la rotura de la cáscara


MANEJO DEL HUEVO FÉRTIL

En la práctica, hay que partir de la base de que un cierto porcentaje de los huevos puestos por las reproductoras no son aptos para afrontar con garantías de éxito el período de incubación. Por esta razón, hay que tener en cuenta un serie de aspectos para determinar cuáles, de todos los huevos puestos, van a ser los que se introduzcan en las máquinas incubadoras.

Por otra parte, el huevo fértil es un elemento vivo, que debe ser manejado desde la propia granja con sumo cuidado y conforme a unas rutinas que no perjudiquen al potencial de incubabilidad inicial de este huevo.

Recogida de los huevos

En cualquier granja de reproducción los huevos deben ser recogidos como mínimo tres veces al día. El objeto es triple:

§  evitar roturas.
§  reducir las posibilidades de contaminación.
§  evitar la aparición de la cloquez.

En épocas de temperaturas extremas (calor intenso o mucho frío), es aconsejable incrementar la frecuencia de recogida a cinco. Si hace mucho calor y el huevo permanece excesivo tiempo en el nidal, pueden tener lugar divisiones embrionarias, con consecuencias fatales para el embrión, ya que luego el huevo se enfriará en el almacén.

Si las temperaturas son bajas, al enfriarse el huevo su contenido sufre una retracción y se forma la cámara de aire por aspiración a través de los poros de la cáscara. Cuando la superficie de ésta se encuentra sucia, la penetración de gérmenes es elevada.

Elección de huevos incubables

A la hora de proceder a la elección de los huevos puestos para ser enviados a la incubación, habrá que tener presente las siguientes cuestiones:

a) El tamaño. No deben incubarse huevos de peso inferior a 52 g., ni superior a 69 g. En los huevos pequeños, el desarrollo embrionario es difícil y los pollitos que nacen son más pequeños y débiles de lo deseable (no deben pesar menos de 35 g.). Los huevos excesivamente grandes, más frecuentes al final del período de puesta, presentan dificultades para su incubación, dado que:

§  Se alarga su período de incubación.
§  Aumenta el riesgo de deshidratación, porque suelen tener la cáscara más delgada de lo normal, es decir, con una mayor conductividad a los gases.
§  No caben en los alvéolos de las bandejas de incubación.

b) Las formas atípicas y roturas.  Así como las fisuras de la cáscara, que hacen inadecuados a los huevos para la incubación (no llegan a buen fin o "explotan" durante el proceso). Consecuentemente, se desecharán.

c) La limpieza.  Los huevos sucios y los puestos en el suelo deben colocarse en bandejas diferentes de los restantes huevos. Se desecharán, si son pocos los que presenten esta condición. En caso contrario, se eliminarán los muy sucios y se someterá a los restantes a un tratamiento diferenciado del de los huevos teóricamente limpios.

d) La edad de los reproductores.  La incubabilidad de los huevos varía a lo largo del ciclo productivo: es menor al inicio y al final de dicho período. Al inicio de la puesta, factores muy importantes que afectan a la incubabilidad son:

§  Una proporción demasiado baja de yema respecto al total del huevo.
§  Tamaño reducido de los huevos.
§  Porcentaje de huevos de dos yemas relativamente elevado.
§  Abundancia de formas atípicas.
§  Presencia relativamente frecuente de huevos no fecundados.

Al ir finalizando el ciclo de puesta, el porcentaje de huevos incubables también desciende:

§  La calidad de la cáscara empeora.
§  La "calidad intrínseca" de los huevos también es peor, como consecuencia del agotamiento fisiológico de las reproductoras.
§  Los machos envejecen más rápidamente, lo que puede llegar a constituir un problema particularmente grave en muchas estirpes.

Lavado de huevos sucios

El tratamiento de un huevo algo sucio (los muy sucios deben desecharse) puede hacerse de dos formas:

§  Por raspado
§  Por lavado

El raspado tiene el inconveniente de que, si bien elimina la suciedad, también daña la cutícula exterior del huevo, exponiendo el interior a una más fácil contaminación posterior, a un mayor riesgo de "explosión" durante la incubación y a un descenso en la tasa de eclosión.

Debido a esto, es más conveniente el método de lavado  siempre y cuando se respeten algunas condiciones:
a) Los huevos deben estar colocados en bandejas aparte.

b) El lavado debe efectuarse inmediatamente después de la recogida. No se debe esperar al final de la jornada.

c) La solución a utilizar debe ser detergente e higienizante, a base de compuestos de cloro, iodo o amonio cuaternario, en la proporción de 250 ppm. en el caso del cloro (5 ml. de lejía comercial al 5% de cloro activo, por cada litro de agua) y de 200 ppm. en el caso de los otros desinfectantes.

d) La temperatura de la solución siempre deberá estar entre los 38 y los 40ºC, siempre superior a la temperatura del huevo.

e) El tiempo de lavado no deberá exceder de los tres minutos.

f) La solución debe renovarse con gran frecuencia (tras 3 ó 4 tandas de lavado).

g) La calidad del agua debe ser adecuada, desde el punto de vista bacteriológico y químico; sobre todo, se ha de prestar atención a la concentración de hierro, ya que ésta nunca debe exceder de 5 ppm.


Está perfectamente comprobado que los huevos sucios, incubados aparte de los limpios, pueden llegar a dar hasta un 20% menos de nacimientos; y no sólo eso, la viabilidad de los pollitos nacidos es muy baja, dando una mortalidad en la primera semana de hasta un 15%.

jueves, 10 de octubre de 2013

ELECCIÓN DE LOS PADRES




Elección del Gallo Reproductor

El gallo para ser un buen reproductor tiene que haber terminado su desarrollo (18 meses) y si posteriormente no tiene ningún accidente puede emplearse como reproductor hasta llegar a la edad de 3,5 años.

Al fecundar varias gallinas (10 gallinas) y ejercer influencia directa en todas las crías del grupo reproductor, el gallo no ha de tener el más leve defecto en las características que se admiten como tipo o standard de la raza, ya que por muy buenas que sean las gallinas que forman el grupo, si la calidad del gallo no acompaña, los pollitos/as obtenidos tendrán una calificación deficiente.

Ha de gozar de buena salud y un desarrollo adecuado a la raza.  Debe caracterizarse por: tener una buena alzada, mucha anchura de pecho, alas fuertes, patas grandes y robustas, debe tener la cresta derecha y de un color rojo encendido.

Elección de la Gallina Reproductora

La gallina puede utilizarse como reproductora 3 a 4 meses antes que el gallo (14 – 15 meses de edad) pudiéndose emplear, lo mismo que el gallo, hasta la edad de 3,5 años.

Se deben emplear gallinas con buena salud y desarrollo, que presenten todas las características típicas del standard de la raza.  Se elegirán siempre entre  las más precoces y más ponedoras¸ lo ideal es que hayan hecho la primera puesta para conocer la calidad de las mismas.

Las gallinas empleadas como reproductoras conviene que no hayan estado con gallos de diferentes razas o defectuosos, pues en tal caso, sus primeras crías no dispondrán de suficientes garantías, pues pudieran estar influenciadas por las cualidades de los anteriores gallos.


sábado, 5 de octubre de 2013

INCUBACION

La incubación es el proceso mediante el cual el embrión se desarrolla y se convierte en pollito, y tiene por objeto suministrar a los huevos la temperatura, la aireación y la humedad necesaria para que el germen se transforme en embrión y este se desarrolle normalmente. Termina con la eclosión o salida del pollito del huevo.

La incubación puede ser:

1.     Natural.  Cuando es realizada por el animal vivo (gallina, pava, etc)

2.     Artificial. Cuando es realizada por una máquina incubadora.


Incubación natural
Luego de la fecundación, empieza el proceso de incubación.  Se denomina natural porque en ella participa la gallina, no se utilizan máquinas como la incubadora artificial. Los elementos que intervienen en esta incubación son los huevos, la gallina y el nidal. Respecto a los huevos, su selección y cuidado es el mismo para incubación natural como artificial. El período de incubación del huevo de gallina es de aproximadamente, 21 días.

Incubación Artificial

En los actuales modelos de explotación de reproductoras se ha eliminado la incubación natural. Desde una perspectiva económico-productiva, una incubación natural será totalmente negativa, dado que el ave interrumpiría durante esta fase su puesta y disminuiría con ello el número de huevos puestos por ciclo, que es precisamente la razón primera de su explotación. Es preciso, por tanto, recurrir a la incubación artificial.

La posibilidad de producir miles y miles de pollitos diarios descansa en la incubación artificial. Comparadas con otros animales domesticados, las poblaciones de gallinas pueden expandirse muy rápidamente, pues una hembra de 3.5 kg de peso puede producir, en un año, más de 150 crías que significan más de 300 kg de carne.. Esta elevada capacidad de reproducción es la principal razón de la eficiencia del pollo y el huevo en la alimentación de los humanos.